domingo, 19 de marzo de 2017

LA SIRENA VARADA

Un año después aún me pregunto si pude aprovechar mucho más aquella experiencia tan grande de la de representar la obra de Alejandro Casona bajo la dirección y las ideas de Diego, aprovechar lo que me enseñaban mis compañeros, los tiempos de ensayo, y todo aquello que me podrían haber aportado. 
Recuerdo cada fallo, cada vez que hice algo mal, o que no di el máximo de mí misma. Cada vez que dejé que las circunstancias se colasen en la interpretación.
Pero la satisfacción de representar a Daniel hace que todo aquello mereciese la pena. Ójala pudiese volver a los andamios y el desorden a leer libros y comer fruta.










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