jueves, 25 de febrero de 2016

No tengo tiempo para tonterías

Queridos cero lectores, ha sido un placer conoceros y pasar un tiempo con cada uno de vosotros; no sabría decir quién es el más atento, ni el más especial, pero sé que estás ahí para todo lo que necesite. Esta va por ustedes.

Lo primero que llama la atención al entrar en este nada atípico blog, es el título. Lo sé, ¿por qué estreñida? Porque tiene gancho, porque mi carácter depende de mis circunstancias inspiracionales (la palabra en cuestión viene a ser estar sin ideas)  y porque me encanta esa palabra. ES-TRE-ÑI-DA.

¿Que de qué va a ir el blog? Pues de mi vida, de lo que me encuentro y de lo que me dejo de encontrar, de si me pone de los nervios otro blog que habla de la filosofía de la vida, de arquitectura, de cocina, de tweets, de personas que nunca debieron existir o que nunca debieron existir lejos de mí. De cotilleo, fotografía, dibujos, mis progresos en mi carrera hacia el Óscar y de mis múltiples amores platónicos.

Con suerte, alguien se sentirá identificado y el gusanillo de su cerebro le obligará a seguir esta mierda.

Cosas que debéis saber de mí:
No llevo muy bien el estar sola, no me gusta caer mal a la gente y adoro ir por la universidad acercándome a distintos grupitos a empaparme del cotilleo diario. Según páginas poco fiables de Internet, mis sueños suelen significar "miedo al abandono" (no entiendo mucho la similitud entre que se me caigan os dientes y el estar sola, pero debe ser algo bastante común.
Alguna vez me ha hecho daño un ser querido. No se lo deseo a nadie. Pienso que la expresión de que una persona "robe a otra" existe y duele, duele mucho. Pero también creo que uno tiene algo de culpa al dejar que alguien a quien quiere se vaya de su lado.
Me gusta lo artístico, pero no la gente que se las da de artista pero luego no tiene ni idea de explicar qué se le ha pasado por la cabeza a la hora de hacer su proyecto.
Estudio arquitectura, como se puede comprobar, pero psicológicamente, soy actriz. Unas veces pensaba en el premio, ¿sabéis?, pero ha pasado un tiempo y simplemente creo que merece la pena fingir ser otra persona con la que alguien al otro lado de una pantalla de televisión se sienta identificado (porque creo fervientemente que las series de televisión pueden tener calidad y ser relevantes en este mundo). Otras veces, sin embargo, soy yo la que necesito ser alguien distinto un rato fente al espejo.
Soy muy friki, en mi exterior empiezo a aparentarlo porque no pierdo una oportunidad de hacer una referencia/comentario/grito de guerra/spoiler de alguna serie/película/libro/actor/vine que admire/ame/idolatre/acose/vea/consuma.
Conozco el peligro de que Internet destruya algo bueno. No quiero que me ocurra, pero no puedo prometer nada. Soy un poco caprichosa y tiendo a dejarme llevar. ¿Habéis visto la peli de Frank?, pues igual.
Tiendo a juzgar a las personas en mi mente antes de conocerlas. Por fuera creo que siempre hago lo posible por ser educada y sonriente. No me gusta la gente que finge ser quien no es, pero tampoco creo que sea aceptable que una persona (por muy neandertal que sea) sepa lo mucho que otra la odia. Llamadme hipócrita. Suelo equivocarme.
Soy cristiana católica, creo que es importante decirlo. Estoy orgullosa. Jamás he pensado mal de otra persona con distinta religión, orientación sexual, ideario político... no creo en las abominaciones ni en los católicos intolerantes, nuestro ejemplo no sería así. Lo mas bello del mundo es la diversidad de culturas, de ideas y de amores.
Me aburren los estereotipos (todos tenemos una personalidad compleja y que merece la pena desentrañar), tampoco le cojo el tranquillo al anís, ni a los que gritan porque creen que su voz sólo se oirá de esa manera, ni a las telenovelas, el manga y las series nuevas de Disney Channel.
Me pongo roja cuando hablo con la gente. Unas veces porque me ponen nerviosa, otras porque me doy cuenta de que la he liado conforme hablo, etc. Es DEMASIADO fácil sonrojarme y eso no puede seguir así.
Hablo mucho del tema pasta gansa. Es algo que tengo que dejar de hacer, al gual que dejar de decir "en plan".
Tengo siete millones de amados, unos más cerca, otros más lejos. Mi vida amorosa es nula, un "como quieres que te quiera si el que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera" lo resume de miedo.
Ah, y Dios sabe que tengo un momento de crisis existencial todas las semanas. Creo que es parte de esta carrera pero suele envolver todo mi mundo y dejarme un poco K.O.

No tengo orden en mi vida así que tampoco habrá en las entradas, videos, fotos, tests, pensamientos, momentos flipantes en los ensayos de teatro, gritos desesperados, poesías, recomendaciones y demás regalitos que entregue al mundo de Blogger.