lunes, 9 de enero de 2017

Los reyes de la fiesta

No todos estamos destinados a hacer una sola cosa en la vida. A veces, alguien con pocas miras, nos intenta convencer de lo contrario. NO DEBEMOS DEJARLES.

¿Que qué me pasa?

Queridos tres seguidores y medio, existen los influencers, los buenos, los de verdad. Gente que quiere hacer del mundo un lugar mejor usando aquello que tienen a su alcance: desde el presupuesto para hacer un blockbuster basado en una historia real que hay que denunciar ya de ya, hasta el minuto y medio que dan en Globos de Oro para el discurso de agradecimiento o el de presentación.

Creo que hay que llamar la atención sobre muchas bromas pesadas que parece mentira que la humanidad gaste a estas alturas del partido.

Que sí, que no hables de un tema del que no tienes ni idea. Pero si sabes, si lo has vivido, si te ha golpeado, si te ha partido el corazón; y la gente va a escucharte, GRÍ-TA-LO. Y punto.

Me temo que un influencer se hace influyente, valga la redundancia, triunfando con esfuerzo en lo que más le gusta: desde la arquitectura, a la moda, el maquillaje, la cultura, la ingeniería, el derecho, la administración de empresas...

**ALERTA**
NO VENGO A DAR UN DISCURSO MOTIVADOR SOBRE EL TRIUNFO, PORQUE SOY LA PRIMERA QUE ESTÁ ESCRIBIENDO ESTO EN VEZ DE ESTUDIAR PARA EL EXAMEN DE MATERIALES DE LA CONSTRUCCIÓN QUE TIENE PASADO MAÑANA

Inciso completado, el tema que nos concierne aquí, es cómo hay héroes y heroínas que aprovechan el pequeño huequito que se han ganado en nuestra vida para REIVINDICAR LOS DERECHOS FUNDAMENTALES, que ojalá fueran más.Y sí, hablo de Hugh Laurie, de Tom Hiddleston, de Viola Davis y de Meryl Streep, que ayer en los Globos de Oro estuvieron co-jo-nu-dos. Y les quiero joe.

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